miércoles, 28 de noviembre de 2012

La Internacional Situacionista 1957-1972



 
Se constituye por un grupo de filósofos, arquitectos, pintores, críticos y activistas políticos que desde diversas perspectivas y con diversas técnicas, plantearon el interrogante sobre el papel del hombre y la cultura en la sociedad de consumo de postguerra.

Teóricos que participaron en éste grupo:
    - Guy Debord: “La sociedad del espectáculo”                               
    - Raoul Vanergen: “Tratado del saber vivir para las jóvenes generaciones”.

 Ideas esenciales:
   - La falsedad de la sociedad de consumo.
   - Nuestra sociedad es un puro espectáculo, es decir, apariencia.
Los situacionistas proponen rebelarse contra esta sociedad de la apariencia y    rechazar sus valores establecidos que nos impiden vivir una vida auténtica. Es una lucha contra el consumismo y las seducciones engañosas.
El mensaje central de los situacionistas es que el hombre actual no es un actor sino un mero espectador. En su rol pasivo acepta el sistema social y, en la práctica, reproduce la cultura que lo agobia y se caracteriza por:
   - El trabajo rutinario
   - El desperdicio del tiempo libre
   - La manipulación de los medios                  
  - El arte excluyente y burocrático
   - La cultura estereotipada
   - Los ritos empobrecedores
  -  El conformismo y el aburrimiento

 Los valores de los situacionistas son la interacción social, el diálogo y la renovación del comportamiento.
Consideran que las situaciones más valiosas son aquellas que transforman a los participantes sin posibilidad de retorno, las que niegan el valor de los bienes materiales y culturales de la sociedad actual y las que generan cadenas de eventos que se retroalimentan recíprocamente.
En esta lógica, crear situaciones se convierte en el arte por excelencia.
La materia es el espacio urbano, el conocimiento.
Los situacionistas en sus textos y proclamas abogaban por un urbanismo que fuera más allá de la simple mejora de las infraestructuras urbanas. Lo que los situacionistas pretendían es que a través del urbanismo se detonara la revolución en todos los aspectos de la vida cotidiana, empezando por la abolición del trabajo, y la recuperación del juego y la creatividad como valores inalienables del individuo.
 
Los situacionistas concebían un nuevo modo de habitar: sentirse cómodo en todas las casas. Consideraban el medio urbano como el terreno de un juego participativo.

Dime qué situaciones has vivido y te diré quién eres,
Dime qué situaciones has creado y te diré cuánto has contribuido

Se caracterizaban por denunciar el mercado del arte existente, porque mientras el arte esté mercantilizado y sujeto a determinadas condiciones de producción jamás será la actividad liberadora que pretenden los situacionistas.
Si la obra de arte no tenía una dimensión transformadora, si la obra de arte no tenía por fin último la creación de un mundo nuevo, la obra de arte no era tal.

Gran parte de la crítica situacionista de la sociedad de consumo consiste en mostrar hasta qué punto los artistas contemporáneos, se condenaron en su mayoría a hacer arte como si hiciesen negocios. Los movimientos artísticos no son desde entonces más que ecos imaginarios de una explosión que nunca ocurrió, que amenazó y amenaza todavía las estructuras de la sociedad. La conciencia de semejante abandono, hizo de la I.S. el único movimiento que pudo responder al proyecto del arte auténtico. Somos artistas sólo porque ya no lo somos: venimos a realizar el arte.

René Viénet, intervino varias películas con la técnica del Desvío, esto consistía en coger fragmentos de películas (o películas enteras) y cambiar sus diálogos o banda sonora, para darles un sentido completamente distinto, con el fin de criticar la sociedad de entonces.

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